La terapia genética ofrece una manera de producir efectos a largo plazo antihipertensivos, gracias a la utilización de vectores virales adenoasociados, para inhibir genes asociados con propiedades vasoconstrictoras; ó, utilizando oligodesoxinucleótidos antisentido (AS-ODN). Los resultados obtenidos en ratas, demuestran una reducción y desaceleración del desarrollo de la hipertensión, con una dosis única, así como una reducción de la hipertrofia ventricular izquierda.
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